viernes, 4 de septiembre de 2009

Mundo Espiritual, Mundo Material - Por Dimitar




En este camino, que mucho falta por aprender y recorrer, he observado que los ricos en el mundo espiritual carecen de muchas cosas en el mundo material y los ricos en el mundo material carecen de mucho en el mundo espiritual. Esto nace de una idea fundamentada en la dualidad. La dualidad o la separación, tradicionalmente nos ha indicado que no se puede tener todo o que al tener algo por exclusividad pierdes lo otro.
En este caso si tienes dinero serás pobre espiritualmente y si eres rico espiritualmente carecerás de riqueza material.
El universo es la abundancia y en la abundancia todo es posible. Todo lo que nos podemos imaginar lo podemos crear o manifestar. El universo ve esto y lo otro, no esto o lo otro.
Tradicionalmente hemos pensado que el camino de la espiritualidad requiere de tanta devoción, tiempo y distracciones de las actividades cotidianas, que lograr la bundancia económica parecía imposible. Hay un dicho curioso que dice que “los santos no tienen hijos.” Al mismo tiempo hemos asumido que la abundancia económica nace de a explotación de seres humanos y de recursos limitados y entonces no era digno para el aspirante espiritual lograr abundancia económica.
La abundancia tanto espiritual como la económica emanan del servicio. El servicio y la generosidad son las claves de todo en la vida. El servicio y la generosidad son las claves del matrimonio, de la relación con nuestro creador, de la salud, la abiduría, la vida y la riqueza en todos los sentidos.
Sencillamente, una de las leyes más importantes del universo es que recibiremos o que damos. Si damos con miseria recibiremos con miseria y si damos con generosidad recibiremos con generosidad.
Menciona Mahatma Gandhi en su interpretación de Bhagavad Gita, uno de los documentos fundamentales del Hinduismo, que “El (Krishna) no ha creado una eparación entre la salvación y el logro de cosas materiales. En lo contrario, nos dice que a religión debe guiar nuestras vidas materiales.”
Yo comprendo todo esto como una indicación que la separación entre el mundo material y el mundo espiritual es en parte una ilusión y una extensión de la percepción tan imitada del ser humano. Nuestra alma y su desarrollo están íntimamente atados a la encarnación física de nuestra alma. Sin ponernos muy filosóficos, todo esto significa, según mi muy humilde interpretación, que para logar la maestría en la vida hay que caminar en los dos mundos comprendiendo que los dos en esencia son uno mismo.
Históricamente las tendencias divinas eran ascendentes o descendentes. O sea que todo se trata del camino hacia el cielo o la ascensión en el mundo espiritual. O la conexión con la tierra, lo material y la madre naturaleza. Enfocarse en el desarrollo del espíritu o en el del cuerpo. De nuevo, una o la otra. De cualquier manera estamos pensando y creyendo que uno excluye al otro.
Cuando decimos la oración del Padre Nuestro decimos, “que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.” Verbalmente expresamos una separación entre los dos mundos pero al mismo tiempo reconocemos que Él y su voluntad se manifiesten en los dos mundos que en esencia los hace uno solo. Los seres humanos vemos separación y dualidad cuando Él ve sólo Unión. Nosotros vemos dos cuando Él ve sólo uno. Nosotros complicamos todo por nuestra pobre percepción cuando Él, que todo lo creó, observa una sola creación. Esta separación entre el mundo espiritual y el mundo material puede nacer da la percepción limitada del ser humano y dejar de existir cuando consideramos la capacidad ilimitada y la Unión que emana de un Ser como Dios.
Yo creo firmemente que Dios quiere que vivamos en abundancia en todos los sentidos de la palabra. Yo creo que Él no reconoce las limitaciones. Yo creo que Él en su corazón nos da todo. Nuestros sentidos y temores, muy pobres guías en este laberinto de la vida, nos han creado una ilusión de separación en la cual nos sentimos tan lejos y separados de Él que no podemos aceptar la riqueza que Él nos ofrece.
Si quieres ganar dinero y ser tremendamente feliz piensa en un servicio que la gente necesita, contempla tus talentos y habilidades y considera lo que te encanta hacer. Lo que te encanta hacer debe ser una extensión natural de lo que ya eres. En pocas palabras lo que te encanta hacer es la manifestación física o la creación física de tus creencias, convicciones y tu esencia. Fuimos creados a su imagen y semejanza. Dios es
creador y como una extensión de Él cada uno de nosotros somos creadores. Si dejamos de crear, dejamos de vivir y es ahí donde comienza nuestro fin.
El éxito material será sólo una manifestación física de lo que tienes por dentro. Si nos cuesta mucho trabajo crear es solamente porque fuimos programados a dudar en nuestra capacidad y divinidad. Como tal le tememos al fracaso que sería la confirmación que somos irrelevantes. Dice el Bhagavad Gita, uno de los escritos más profundos y sabios de la humanidad, que el único pecado se comete al dejar de tomar acción. El universo es un continuo movimiento, al dejar de moverte te separas de él (el universo) y de Él (nuestro creador).
La combinación de tu inspiración, tu esencia, tu capacidad como creador, tus talentos y tu impulso natural te llevarán a crear un negocio extremadamente exitoso y al mismo tiempo aterrizar tus conocimientos, conquistar tus temores y realizar tu divinidad. La humildad y el servicio son la unión entre el mundo material y el mundo espiritual.
“Para lograr realizarte necesitas tomar acción.” Gandhi
“Dignos de lástima son los que creen que el fruto es el motivo.” Bhagavad Gita
 
Yoga es el conocimiento en acción o la práctica. Hay un dicho muy sabio que dice que si estás en un río con corrientes muy fuertes es mejor agarrarte de una onza de práctica que de una tonelada de conocimiento. La clave de la vida y el avance de nuestra alma no se basan en el conocimiento sino en la aplicación de ese conocimiento.
“La Verdad más elevada y nuestra razón de ser coinciden en la eficacia.” Gandhi
“Los tres caminos a la iluminación son la acción, el conocimiento y la devoción. El Bhagavad Gita no distingue entre los tres ni nombra a un camino como superior a otro.”
Gandhi
“Dios es un gran economista.” Gandhi

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