Escritos y anotaciones de darme cuenta en las sesiones de acompañamiento a consultantes , se pueden convertir en herramientas de ampliación de significados que me lleven hacia dentro , con un resultado obtener una disminución del miedo subjetivo y asi tener experiencias nuevas en dicha , expansion y disfrute.
miércoles, 18 de febrero de 2009
Ve el futuro en el presente
Cuando algo detona una reacción dentro de ti, es casi imposible no reaccionar. Decirte simplemente no reaccionar, no siempre es una motivación suficiente. Pero, pensar en causa y efecto por lo general lo logra.
Hoy, cuando estés por satisfacerte con una conducta reactiva, piensa en cómo te sentirás cinco minutos, cinco días, o cinco meses más tarde. Aprende a ver el futuro en el presente, y tendrás el ímpetu que necesitas para cambiar tu comportamiento, aquí y ahora.
domingo, 15 de febrero de 2009
QUE ES EL NIÑO INTERIOR.
Es el conjunto de todas nuestras potencialidades en estado puro, que nos habrían de permitir atraer la realización en todas las áreas de la vida. Cuando ocurre que en una o varias áreas no conseguimos vivir plenamente, hablamos del Niño Interior Herido.
No conseguimos vivir con plenitud, estamos ante un caso de Niño Interior Herido. Ocurre que la persona que tiene un Niño Interior Herido revive una y otra vez, los mismos sentimientos de amargura, vacío, desilusión, tristeza, rencor, miedos, desconfianza, etc. en el área o áreas que tiene afectadas. Tropieza una y otra vez con la misma piedra.
La causa de que esto sea así, radica en las vivencias emocionales que vivimos desde que fuimos concebidos en el vientre de nuestra madre hasta la edad de 9 ó 12 años, -en que pasamos de la mente concreta y autocentrada en el Yo, a la mente abstracta- en relación a las emociones que nos suscitaban nuestros padres y mentores, de modo que sin darnos cuenta, grabamos en el inconsciente sentimientos, actitudes, creencias, en definitiva introyectos, correspondientes a cada una de esas ocho áreas.
Con el tiempo esos introyectos, fueron generando la realidad en la que vivimos, y todo lo que nos ocurre en la actualidad, -hasta que uno no desaprehende lo aprehendido- consecuencia del modo en que sentimos debían de ser nuestras emociones en cada una de esas áreas, que es lo que luego las personas que aparecen en nuestras vidas se encargan de actualizarnos.
En la medida que la persona transcurre por el proceso de Recuperación de su Niño Interior, deja de afectarle esas emociones, comienza a sanar en primer lugar la relación consigo mismo, y después con cada una de las personas que integran las áreas afectadas: parejas, padres, amistades, jefes, etc.
Para ello aprende a hacerse cargo de lo que hasta ahora proyectaba en los demás, en vez de culpabilizarles de su desgracia, aprende a ver que es lo que le despiertan los demás y a sanar esa vieja espina que reaparece una y otra vez, aunque cambien las personas que se la suscitan.
miércoles, 11 de febrero de 2009
SI QUIERES SER FELIZ.....
Eso tal vez parezca simple o tal vez pienses que no sabes cómo hacer cosas felices. Tal vez culpes a alguien o a algo y eso se interpone en el camino de conocer tu felicidad. La felicidad es un estado de la mente y tu mente es libre. Puedes experimentar la felicidad en tu mente al tener pensamientos felices y esos pensamientos felices tienen poder. A pesar de lo que hagas o qué haya pasado, puedes elegir ser feliz y compartir las bendiciones de tu felicidad.
John-Roger
sábado, 7 de febrero de 2009
Te perdono
Cuando perdonamos, podemos ver a la persona que nos lastimó desde un ángulo completamente nuevo. Quizá esa persona está aquí para mostrarnos que no somos tan abiertos como pensábamos, quizá están aquí para empujarnos a ir a un nivel nuevo, quizá están eliminando juicio de nuestra vida.
Cualquiera que sea la razón, el perdón trae consigo empatía, entendimiento, sacándonos del diálogo interior de culpabilidad y remordimiento.
Hoy, haz a un lado la balanza de la justicia y di "¡Shhhhh!" a la voz vengativa en tu mente. Simplemente perdona. Porque desde un punto de vista kabbalístico, nunca podrás saber cómo se siente la Luz, a menos que conozcas el perdón.
El Centro de Kabbalah Internacional
1062 Robertson Blvd Los Angeles, CA
90035, USA
jueves, 5 de febrero de 2009
Hakuna Matata
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domingo, 1 de febrero de 2009
EL JARDIN INTERNO
Todos tenemos en la memoria la imagen de un lugar que alguna vez visitamos y que nos impactó por su belleza y armonía. Este recuerdo es muy valioso, porque cuando llegan los momentos difíciles, o cuando estamos aburridos, podemos volver a deleitarnos con la serenidad de ese paisaje y revivir aquel momento grato, mientras la vida real continúa siendo gris y amarrada a la rutina. Si no tenemos recuerdos amables, a los que podamos recurrir, también existe la posibilidad de crear nuestro propio jardín interno, que nos sirva de refugio para recuperar la paz perdida.
No importa en qué lugar te encuentres, cuando puedes repetir a voluntad la imagen preciosa de tu jardín interno, su visión te acompaña para siempre. Si te parece interminable la espera en un aeropuerto, o en un consultorio médico; si estás cansado por exceso de trabajo, solo te toma unos minutos visitar ese santuario y recobrar allí tus fuerzas. Hay cierta magia en las visiones agradables que creamos, porque recordar no solo es trabajo de la mente, también nuestras glándulas responden al pensamiento, segregando hormonas, que, cuando la experiencia es grata, nos inducen a estados de calma y a sensaciones de placer.
Relajarnos cuando estamos tensos ha dejado de ser el privilegio de los desocupados para convertirse en la prioridad de quienes desean conservar la salud y el equilibrio. Revivir los lugares hermosos que hemos visitado es una forma de relajación muy efectiva. Imagina que estás en un claro del bosque, al lado de una catarata que irradia nubes de vapor de agua y multiplica iridiscentes arco iris. Visualiza un pozo de aguas cristalinas, rodeado del verde de los árboles que mecen sus ramas al viento. Pájaros de todos los colores suman su canto melodioso al murmullo del agua, que cae estrepitosamente. Allí te sientes descansado y en paz, completamente unido a la naturaleza, que te presta su armonía para que la inhales con cada aliento.
Si lo deseas, puedes crear otro escenario totalmente diferente: ahora estás acostado en la playa bajo el sol radiante, sintiendo el rítmico golpear de las olas, que se llevan todas tus tensiones y desequilibrios. Siente cómo tu cuerpo poco a poco va entrando en un profundo descanso. También puedes optar por visitar un jardín vibrante de colores y aromas diferentes. Tú mismo estás a cargo de construir tu refugio, y es tu privilegio crear belleza con los elementos que desees.
Ten en cuenta que cada uno de los componentes de tu jardín interno tiene un significado. Cada objeto que aparece allí, corresponde a un aspecto de ti mismo; porque la mente crea sus fantasías partiendo de un lenguaje construido con sus propios símbolos. Esto significa que, si en tu jardín interno logras cambiar alguna cosa, algún asunto relacionado con tu vida externa también se estará trasformando. En este trabajo de visualización estás empleando una técnica muy poderosa para acceder a los niveles más profundos de tu ser y establecer allí contacto con los arquetipos vigentes.
Por ejemplo, si en tu jardín interno repentinamente ha brotado un arbusto espinoso, puedes preguntarle qué representa en tu vida y que mensaje quiere darte. En la fantasía los arbustos hablan, así que posiblemente te dará una explicación muy oportuna, y ganarás mucho en comprensión de los obstáculos que tienes en el horizonte. Supón que tu jardín interno un día se llena de ortiga, que, crece desaforadamente ocultando de tu vista las flores. Ponte unos guantes, y arranca de raíz aquella planta, que produce comezón y ardor, y verás que también en el mundo real seguramente habrás transformado alguna situación molesta que te mantenía preocupado.
El jardín interior también facilita las prácticas espirituales diarias. En ese lugar íntimo puedes estar a solas para ejercer el oficio de conectarte con el alma. Aún, llegado el momento de la muerte, no existe ningún bálsamo que suavice y dulcifique tanto la partida, como tener un refugio interno a donde podamos retirarnos cuando necesitemos evadir el dolor y salir de la inestabilidad emocional, que una enfermedad terminal normalmente provoca.
Crear un jardín interno es pues una inversión muy productiva, y el esfuerzo requerido es mínimo. Solo se trata de anticipar la visión del paraíso, y disfrutar a voluntad de la armonía y la paz con la que nuestro cuerpo celebra esa visión tan añorada.